Camacho está de vuelta.
No sé si en tu ciudad hace calor. Tampoco me refiero a ese calor soportable de medio día que hace que te brille un poco la frente, hablo de calor de verdad.
Quizá sí estás al norte, más allá del muro de Despeñaperros que separa la España de los 44º de la nublada, no tengas una piscina en la espalda en cuanto te levantas de la cama y te mueves un poco.
Aquí en el pueblo ese es el nivel de calor.
Por mucho que estemos en plena sierra, cuando aprieta el lorenzo a poco que te muevas ya notas que la temperatura no es agradable, hay cosas que es imposible hacer a la sombra.
O pones el aire o no hay quién pare.
Es uno de los motivos por el que los jamones saben tan ricos, el contraste temperatura en el proceso de curación aporta matices al sabor. Pero eso es otra historia.
Bien.
Hace unos días que como dijo el presi, nos quitamos la corbata y menos mal, porque hemos dejado de sudar, la sensación de bochorno se ha ido y voy a todas partes con la rebequita.
Ya no somos Camacho.
Cómo no había caído en eso antes…
Nah, es broma.
Lo que no es broma es que hoy hemos puesto en la oficina el aire a 27º y no sé si salvaremos el planeta, pero lo que si sé es que hemos podido disfrutar de una ración de jamón a la temperatura ideal.
Y es que a partir de 25º el ácido oleico que compone el tocino del ibérico de bellota se funde y potencia el sabor.
Gracias por tanto, Pedro.
Espero que tengas una buena semana y un mejor puente si eres de los que va a disfrutar el lunes festivo.
Maxi portes // Hacedor de Jamón // @jamonvitaminaj
Pd: a 27º pones este surtido de verano cortado a cuchillo en el centro de la mesa y…